
Cuando se logra el embarazo, todas las parejas tienen claro que hay que ir a la ginecóloga o a la matrona para llevar a cabo las visitas y pruebas rutinarias. Sin embargo, se desconoce la importancia de acudir a la fisioterapeuta especializada en el suelo pélvico para que también guíe ese embarazo.
Por norma general, recomendamos acudir a la fisioterapeuta para realizar las tres ITV; es decir, los tres chequeos que nos sirven para valorar y tratar a la mujer embarazada en las diferentes etapas de su embarazo. Esto es importante ya que, según el trimestre en el que se encuentre, se va a trabajar y dar importancia a aspectos muy diferentes.
¿Cuándo deberíamos acudir a la primera ITV?
Recomendamos hacer esta primera visita alrededor de la semana 12-14. El motivo principal es valorar cómo el cuerpo de la mujer se va adaptando a los cambios que se generan en esta fase. Debido a que hay mayor laxitud de ligamentos y músculos, nuestro objetivo principal será asegurar una libertad de movimiento para dejar que el útero vaya creciendo y que poco a poco vaya ocupando la cavidad abdominal. Si hay tensiones musculares, ligamentarias, viscerales…no vamos a dejar que el útero tenga todo el espacio que necesite, y es un factor que puede generar dolor e incapacidad.
Así pues, en esta primera sesión daremos mucha importancia a:
- Postura: mantener una postura y alineación óptimas, y asegurar una buena movilidad de columna
- Pelvis y útero: asegurar una buena libertad de movimiento para dejar que el útero se expanda.
- Musculatura del abdomen: valoraremos la movilidad del abdomen y las tensiones musculares que puedan repercutir en la activación muscular.
- Vísceras: favorecer una buena movilidad de las vísceras abdominales y pélvicas para que se puedan adaptar al espacio que tengan a medida que el útero crece.
- Suelo pélvico: valorar su fuerza, resistencia y equilibrar el tono muscular.
- Aumentar la fuerza muscular general: ¡el músculo es un órgano endocrino e inmunitario!
2ª ITV
La 2ª ITV llega alrededor de la semana 20, justo en la mitad del embarazo. Cada vez la tripa va creciendo más, y deberemos asegurar que el útero pueda crecer y tenga el espacio suficiente para que el abdomen esté libre de tensiones que dificulten su expansión. En esta fase daremos mucha importancia a:
- Postura: mejorar o mantener una postura y alineación óptimas
- Movilidad del diafragma, de la zona torácica y de las costillas: que haya flexibilidad en esta zona es esencial para reducir la sensación de falta de aliento o disnea debido a que el útero va a estar más arriba
- Movilidad de la pelvis
- Fortalecer la musculatura de la región toracolumbar, y sobre todo de glúteos y parte posterior de la espalda. La mamá tiene que estar fuerte para poder sostener el peso de la tripa y del bebé sin tener dolor en la zona lumbopélvica.
- Fortalecer el CORE y equilibrar el tono del suelo pélvico
- Mantener una base aeróbica sólida
3ª ITV
Una vez habéis llegado a la semana 28, será momento de darle importancia a la pelvis, ya que va a ser la vía de la vida. Además, seguiremos trabajando sobre la tripa, el diafragma, las costillas, la columna cervical y la torácica.
Así pues, lo más importante será:
- Favorecer un buen movimiento de la pelvis y de las caderas: esencial ser conscientes de su movimiento para favorecer el descenso del bebé por la pelvis en el momento del parto
- Minimizar el exceso de presión sobre el suelo pélvico y asegurar un buen tono muscular
- Mantener un buen nivel de actividad física y trabajar la movilidad general para mantener una buena agilidad en esta etapa final del embarazo
- Incorporar ejercicios de preparación al nacimiento
- Disminuir la tensión excesiva a nivel de la faja abdominal para descongestionar la pelvis y reducir o evitar la tirantez de la tripa
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